ENTREVISTA A JAVIER GLEZ ORTIZ, DIRECTOR-GERENTE DE MAC

Han pasado casi nueve meses desde que asumió la gerencia de la Mutua de Accidentes de Canarias (MAC). Este santacrucero de 49 años, casado y con tres hijas, explica en esta entrevista su transición desde el Gobierno de Canarias a la Mutua. González Ortiz afirma sin titubeos que el personal que trabaja en MAC constituye “un gran equipo, con un potencial increíble”.

 -Estando dentro de la organización no somos capaces de apreciar el potencial con el que contamos, ya que no vemos el conjunto, ¿cuáles son tus impresiones tras casi nueve meses al frente de MAC?

-Han sido nueve meses vertiginosos, intensos, de aprendizaje continuo, pero en todo momento me he sentido ayudado y seguro, sabiendo que todos los que aquí trabajamos remamos en la misma dirección: hacer que nuestra entidad, más allá de cumplir el cometido que se le supone, siga siendo un referente para la sociedad canaria.

Somos un gran equipo, con un potencial increíble. Queremos seguir creciendo y estoy plenamente convencido de que lo vamos a lograr porque el principal patrimonio de esta casa radica en su potencial humano.

-¿Cómo relacionas o diferencias tu experiencia en el Gobierno de Canarias con lo que estás viviendo ahora en la Mutua?

-Resulta evidente que existen diferencias, pero también similitudes. En el Gobierno de Canarias estás más expuesto públicamente, y eso desgasta psicológicamente en el día a día; en la MUTUA estamos inmersos en un proceso de mejora, que requiere estar pendiente de cada detalle. No obstante, las organizaciones, del tipo que sean, comparten pautas de actuación y esta no iba a ser la excepción.

La actual coyuntura económica afecta por igual a la mayoría de las organizaciones; en última instancia se trata de afinar las cuentas y mejorar día a día nuestros servicios. No puedo negar que me he visto obligado a profundizar en lo que son y representan las mutuas, que no dejan de ser entidades con un alto grado de complejidad. Puedo decir que era un buen conocedor del Gobierno de Canarias porque he estado desempeñando distintas funciones en el Ejecutivo autonómico durante cerca de veinte años y ahora me toca, con orgullo y responsabilidad, estar al frente de MAC, una entidad de referencia en Canarias.

-¿Cuál crees que es nuestro reto en estos momentos?

-Competir sin complejos, sabedores de que contamos con un increíble potencial humano, además de ser una entidad con raigambre en la sociedad canaria. Lo que pretendamos lo conseguiremos; si creemos en nosotros y trabajamos con responsabilidad y siendo conscientes de las implicaciones de cada una nuestras decisiones, el futuro solo nos puede deparar grandes cosas.

-Las tecnologías digitales están acelerando la productividad de las empresas, permitiéndoles acercarse como nunca antes al cliente/usuario. ¿Cuál crees que es el estado en que se encuentra la mutua al respecto? ¿Crees que debemos avanzar todavía más en esa dirección?

-Pensar lo contrario sería ponerse una venda en los ojos. No creo equivocarme si afirmo que ofrecemos a nuestros clientes y usuarios un buen asesoramiento y la información que nos requieren o necesitan. ¿Qué si hay margen de mejora? Por supuesto. Debemos apostar por una mayor funcionalidad de nuestras plataformas, por mejorar los cauces de información, por ser más accesibles. El error sería creerse que ya está todo hecho y que con seguir unos hábitos o rutinas es suficiente. Como somos conscientes de algunas carencias, y no nos avergonzamos de reconocerlo, estamos en un proceso continuo de mejoras. Y para lograrlo es imprescindible la participación de todos los que formamos  MAC: profesionales de la MUTUA, empresas afiliadas, colaboradores, trabajadores protegidos…

-¿Qué tipo de liderazgo se debe ejercer en estos tiempos tan cambiantes y cuál o cuáles deberíamos introducir en la mutua?

-En cualquier organización los integrantes de la misma tienen asignadas unas funciones, ni más ni menos importantes unas que otras. Todas las piezas deben encajar. No contemplo una organización vertical, férrea, atada a modelos de trabajo donde las decisiones las toman unos pocos y donde la proactividad está condenada al olvido. Tiene que haber una estructura, por supuesto, pero dinámica, donde fluyan las ideas y nadie se sienta minusvalorado. Quiero, deseo, que los distintos equipos actúen con libertad, sin tapujos, con autonomía…Eso, en última instancia, es enriquecedor para el conjunto de la entidad y, por supuesto, para nuestros clientes y usuarios; en definitiva, para la sociedad a la que servimos.

-A tu parecer, ¿qué es lo más fácil y lo más difícil de los cambios que tenemos que hacer como mutua?

-Creo que, en gran medida, en las anteriores respuestas he condensado cuáles son los retos a los que nos enfrentamos. No hay nada fácil o difícil. Con espíritu de síntesis: hacer bien nuestro trabajo sin complejos de ningún tipo.

 EN LA DISTANCIA CORTA

Lugar de nacimiento: Santa Cruz de Tenerife, 17-1-1967.

Aficiones en tu tiempo libre: Estar con mi familia, la fotografía, viajar, cuidar de mi pequeño huerto urbano,  conversar con los amigos.

¿Qué deporte prácticas habitualmente? Últimamente ninguno, aunque durante mucho tiempo jugué y fui entrenador de baloncesto.

¿Cuál es el último libro que has leído y cuál nos recomendarías? Sinceramente, no leo tanto como me gustaría. Puestos a sugerir una lectura, que a buen seguro devoraré este verano porque la tengo pendiente desde hace mucho tiempo, “Todos los hombres del rey”, de Robert Penn Warren.  Una de las grandes novelas políticas del siglo XX y que ha inspirado dos grandes películas.

A nivel gastronómico ¿cuál es tu plato preferido? Me encanta comer, aunque sin grandes pretensiones. El ser padre de  tres niñas todavía pequeñas dificulta las escapadas gastronómicas. Soy de platos tradicionales de nuestra cocina y en cualquiera de nuestras islas hay lugares fantásticos de los que uno nunca sale defraudado. Mi plato preferido es sencillo: conejo frito con unas papas negras fritas.

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